domingo, 12 de agosto de 2007

Ricardo Mollo: un grande en todo sentido

El sábado 4 de agosto la muy linda ciudad de Apóstoles se convirtió en el epicentro rockero de la región gracias a la llegada de Divididos. La “Aplanadora” dio un show espectacular donde demostró el porqué de su apodo, pero además quedaron algunas aristas extra-musicales que valen resaltar.

Primero, cabe señalar algo que ocurrió antes de que actúe el grupo bonaerense. El show que lo precedió fue el de un conjunto llamado Batería Legal que hace un estilo musical evidentemente distinto al rock. Es probable que la organización del evento haya errado al juntar dos públicos diferentes, pero no por eso hay razón para que la violencia se haga presente. Es que, mientras la multitud echaba a los gritos y con gestos al grupo soporte, algunos optaron por arrojarles botellas y demás. Está bien que no te guste tal banda, de hecho yo fui a Apóstoles y mientras tocaba Batería Legal estaba afuera porque no me interesaba en lo más mínimo verlos, pero nada justifica la agresión física. Si hay algo que el rock se encargó de fomentar en épocas de guerras, persecuciones y odios, fue justamente la convivencia pacífica y el respeto mutuo.

Ahora bien, metiéndonos en la actuación de Divididos, merece muchos elogios la actitud del cantante y guitarrista Ricardo Mollo (foto gentileza de http://malditos-duendes.blogspot.com), quien no sólo realizó una performance extraordinaria sino que además se puso el recital literalmente al hombro. Así cuando el “pogo” más alocado y violento, aquel que siempre se ubica a metros del escenario pegado contra las vallas, se tornaba sumamente riesgoso para quienes estaban en él, Mollo inmediatamente cortaba el tema que estaban haciendo y les pedía a los jóvenes que se tranquilizaran un poco o por lo menos procurasen no poner en riesgo su físico. Pero no bastó con eso, ya que la policía tampoco se comportó del todo bien. Ocurría que algunos fanáticos traspasaban las vallas de seguridad y eran salvajemente retirados por los efectivos del orden. En ese caso el guitarrista nuevamente paraba el show y se dirigía a los oficiales pidiéndoles que tratasen bien a la gente. Es más, en un momento el propio Mollo se bajó del escenario para separar a un hincha que estaba siendo tirado de los pelos por la policía y él mismo se encargó de sacarlo de la zona con serenidad y respeto.

Teniendo en cuenta la estigmatización del ambiente rockero que siempre ha habido por parte de un sector de la sociedad, considerándolo violento y engendrador del caos, es muy bueno destacar la actitud del cantante de Divididos. Él se encargó de enseñarle al público cómo vivir una fiesta saltando, gritando, bailando, pero también cuidándose y cuidando. La Aplanadora pasó, pero no dejó ningún herido, lo que la hace aún más grande.