
El Fetichismo consiste básicamente en atribuirle vida propia, casi mágica, a los objetos, como si no fueran hechos y usados por los sujetos. Néstor Kohan, intelectual de la izquierda argentina, sostiene que es un “proceso social e histórico según el cual se acepta que hay algo “afuera” (de la historia) que no tiene ningún vínculo con el “adentro” (de la historia), que hay un objeto radicalmente externo (categorías y leyes económicas) que no tiene ningún vínculo con los sujetos sociales y sus relaciones recíprocas (que son relaciones de lucha, de poder y de enfrentamiento, es decir, relaciones atravesadas según la teoría marxista de la historia por la lucha de clases).”[1] Por eso,
Tratemos de averiguar ahora qué sería tan importante y urgente como para que una persona tenga que llevar la computadora consigo. Es decir, si voy a ir a tomar un tereré con un amigo, si voy a recorrer la costa oriental de Misiones, si voy a caminar a la plaza con mis hijos, ¿para qué quiero
Por lo que señalábamos antes, si por ejemplo surge un viaje impostergable, se puede continuar con un informe o una investigación llevando
Tal vez sea un poco exagerado el ejemplo, pero no tanto. Porque, en definitiva, contar con la posibilidad de trabajar donde sea abre las fronteras del ámbito laboral, disgregándolo por el resto de los espacios cotidianos. No es lo mismo ir a una fábrica, estar allí ocho horas y luego volver a casa y olvidarse; que ir a la empresa, estar ocho horas, pero encima volver a casa, bañarse y ponerse a escribir un informe o, lo que es peor, salir con
Que se entienda bien. Este texto no intenta ser una crítica es desmedro de las Notebooks, porque las reconocemos como una herramienta laboral y de estudio muy práctica e interesante. Pero por eso lo recalcamos: para el trabajo y el estudio. La independencia en realidad va mucho más allá del los artefactos e incluso, no faltan aquellos que, hartos de depender tanto de los celulares o las Notebooks, los dejan en sus casas para “liberarme un poco”.
Iluminismo para unos pocos
A todo esto, ¿Es tan fácil conseguir una Notebook? ¿Por qué, entonces, nos dan otro aparato de regalo? Repasemos los precios. En el catálogo que estamos analizando, las Notebooks aparecen justo en la mitad e impresas en una hoja con otra textura, más agradable a los dedos. La más barata cuesta $1.699 al contado o 18 cuotas de $124.90, mientras que la más cara supera los cinco mil pesos al contado. Estamos hablando de números no accesibles para cualquiera, por lo menos las personas de clase baja y media-baja quedan prácticamente imposibilitadas de acceder a ellas. Es que en Argentina según el Instituto Nacional De Estadística y Censo (INDEC) en julio de este año
Y esta es una contradicción que ha estado desde siempre en las tecnologías de la comunicación, por lo menos a partir de lo que nos permite ver Raymond Williams en su “Historia de nes económicas y sociales específicas que determinan su aplicación ha sido muy importante a lo largo del siglo XX.”[3]
Ahora, volviendo a nuestro ejemplo, si a los precios de las Notebooks agregamos los de los otros artefactos, los regalados, se ampliará esta situación. Supongamos que, sin esta oferta, una persona no sólo compra una computadora portátil sino que además adquiere los otros cinco productos por separados, entonces gastará aproximadamente: en un celular $219, en una web cam $99, en un bolso $99, en un Mouse inalámbrico $70 y en un reproductor Mp3 $199, es decir, $686; por lo que en total habrá gastado alrededor de $2.385. Es mucha plata, y no cualquiera puede darse ese lujo. Así entonces, la independencia, la libertad, la autonomía, están al alcance de pocos. Y por lo tanto, el Iluminismo Capitalista se resquebraja dejando al descubierto un engaño, una utopía, una independencia que nunca fue tal. ¿Algún día lo será?
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