sábado, 5 de septiembre de 2009

Posteo colectivo: nosotros y la música


Rock, tango, jazz, folclore, ópera, cumbia, reggaetón. La música es quizás, sin darnos cuenta, nuestro bálsamo cotidiano ante las vicisitudes de la vida. La melodía, el ritmo, la fuerza, la suavidad, la dulzura, la energía de una canción trabaja muchas veces sobre nuestros cuerpos levantándonos el ánimo, relajándonos o sencillamente esbozándonos una sonrisa. ¿Qué es lo que tiene de especial? ¿qué nos pasa cuando escuchamos música?


Porque encima, hay distintas maneras de escuchar música. Está la individual, casi íntima, en la que uno se encuentra consigo mismo y la que le dispara recuerdos, sensaciones, felicidades y angustias. ¿Les pasó alguna vez que una canción les levantó el ánimo y ya no volvieron a estar pichados por el resto del día? El Chango Spasiuk nos dijo una vez en SE NOS CAYÓ EL INVITADO: Muchas veces se cree que la música es algo separado de la vida. No se ve en ella una herramienta de transferencia de todo lo que somos a través de esa situación sonora. La transmisión oral y la transferencia de un montón de elementos que hacen a cómo uno se arma como individuo y cómo luego va a accionar en la sociedad.”


Y después está el momento de compartir la música con los otros. En ese preciso momento comunicativo, el lazo sonoro nos conecta con una eficacia única. ¿Cuántas amistades fueron creando con música de fondo? ¿cuántas veces ir a escuchar música fue la excusa para visitar a alguien? ¿cuántos romances se iniciaron con melodías en el aire?


Son experiencias que tal vez las vivimos cotidianamente, sin prestarle atención. Nos dijo el Chango: “La música es una herramienta que forma parte de una construcción de toda una situación donde suceden un montón de cosas. En un concierto, o un casamiento, está ella como una herramienta más. La gente cuando baila, baila, pero suceden otras cosas cuando uno baila: se enamora, se relaciona, arma pareja, se casa, construye una familia, festeja un bautismo. Todo eso sucede con una música, entonces uno está creando la vida.


Crear la vida. Vivir la vida. La idea de este posteo es que sea una construcción colectiva. Que mis palabras pero, por sobretodo, las del Chango (ese músico extraordinario), sirvan para que ustedes también reflexionen sobre su relación con la música. Comente y cuenten, la idea es que entre todos pongamos en común qué nos pasa cuando escuchamos música. El disparador, final es esta última frase del chamamecero apostoleño:


La música crea un lazo en que lo único que tenemos en común, más allá de las diferencias superficiales, es la capacidad de sensibilidad y responder al estímulo del sonido.(entrevista que le hicimos junto a Pao Stéfany e Ita Rodríguez al Chango el 12 de junio de este año en un hotel posadeño. ¡Gracias Chango por tanta música y por tanta buena energía!)

4 comentarios:

Miguel dijo...

Hola Marcos, reafirmando lo que estás diciendo, agrego está reflexión sobre la música, una de las tantas que Elias Canetti escribió en 'La provincia del hombre'

"La música es el mejor de los consuelos por el solo hecho de no crear palabras nuevas. Incluso cuando se les pone música a unas palabras, su magia sobrepasa y borra el peligro que ellas conllevan. Pero cuando es más pura es cuando se toca para sí misma. Uno cree en ella de un modo incondicionado, porque la seguridad que infunde es una seguridad de los sentimientos. Su fluencia es más libre que todo lo que parece posible en el ser humano, y en esta libertad está la salvación. Cuanto más poblada esté la tierra y cuanto más domine la máquina en la configuración de la vida del hombre, tanto más imprescindible se va a hacer la música. Vendrá un tiempo en que sólo por ella podrá el hombre escapar a las estrechas mallas de las funciones, y el dejarla como una inmensa reserva de libertad, una reserva libre de toda influencia, va a ser la tarea más importante de la vida espiritual del futuro. La música es la verdadera historia viviente de la Humanidad, una historia de la cual, sin ella, sólo poseemos partes muertas. No es preciso que saquemos de ella nada porque ella está siempre entre nosotros, y basta con oír ingenuamente; todo lo que no sea esto es un aprender inútil."
¿para cuando una jam session?
Abrazo
Miguel, otro antiparsoniano.

Isabel Spagnol dijo...

Coincido en parte,la música es inevitable y fundamental en mi vida. Pero hay muchos momentos en que "los sonidos del silencio" son lo que necesito para conectarme conmigo y un buen libro logra sacarme más rápido del bajón que la música, o un problema de matemática que me proyecta a un mundo ideal, abstracto y deshumanizado, pero puro y sin los conflictos de todos los días. El castillo de cristal al que Sábato renunció.
Un beso.
Isa.

El Viejo dijo...

Hola, mi opinión es que no podemos vivir sin MUSICA: desde el momento mismo de la concepción del ser humano , Ella ya esta presente. Cuando se crea el corazón, este comienza a marcarnos el ritmo de nuestra vida, la cual se acaba cuando termina la "canción".
Toda la vida tiene música, y el que no lo siente así tiene un problema.
Un abrazo!!!

Novo Rodeio dijo...

Hola. Ya pasamos por aquí anteriormente.
Te dejamos saludos y cuando tengas un tiempito, visita nuestro blog, tenemos fotos de nuestros amigos y clientes. Ok, hasta pronto.