Y finalmente, Botnia empezó a contaminar. Sí, eso, a contaminar, porque las papeleras de semejante tamaño no hacen más que contaminar. El 9 de noviembre de 2007 pasó a ser la fecha en la que la tan resistida fábrica finlandesa comenzó a trabajar en Fray Bentos, frente a Gualeguaychú.
Se han hecho y dicho miles de cosas. ¿Qué más puedo agregar? Ya se dijo que va a ensuciar el aire y el agua con gases y desperdicios tóxicos. Ya se comentó que va a explotar riquezas naturales uruguayas para enriquecer los bolsillos de unos cuantos empresarios europeos que ni si quiera deben saber a dónde queda Uruguay. Ya sabemos que la gran mayoría de los asambleístas de la ciudad entrerriana hicieron todo tipo de manifestaciones y vienen defendiendo sus derechos desde hace tiempo. Ya sabemos que muchos de los ciudadanos de Fray Bentos ven con buenos ojos la llegada de un motor económico para la ciudad. Todo eso ya se dijo.
El problema ya está instalado, y ahora que empezó a funcionar la empresa, definitivamente no se va a ir. Una vez más, como tantas en nuestro país, el gran problema es lo tarde que esto salió a la luz. Porque el contrato, las negociaciones y todo lo que hizo al acuerdo para el arribo de la empresa finlandesa ocurrió mucho antes de fines de 2005, cuando los asambleístas empezaron a poner el tema en la agenda de los medios. Si en aquel momento se hubiesen tomado las cartas en el asunto, quizás otra sería la situación hoy, o tal vez no. El momento ya pasó.
Ninguno de los dos gobiernos estuvo a la altura de las circunstancias. El diálogo nunca llegó a ser fructuoso y tuvo que intervenir un enviado español (¿?) para ayudar a negociar. Tanto Néstor Kircher como Tabaré Vásquez dijeron algunas breves palabras en la Cumbre Iberoamericana que se hizo en Chile y demostraron que están lejos de ponerse de acuerdo, muy lejos. Y es que, a decir verdad, ya estamos en el horno.
El gobierno uruguayo entendió que la jugosa inversión de Botnia y Ence (la otra papelera, española ella, que va a construirse en Colonia) era lo más conveniente para la economía de su país. Lectura neoliberal, seguro, y ojo que acá también tuvimos y tenemos de eso. Sino, basta con fijarse en la llegada de la empresa de apuestas austríaca BWin, que encima tiene apoyo de nuestro IPLyC: www.bwin.com.ar. Y atención que este grupo llegó a la argentina durante el gobierno de Kirchner, ese que tanto criticó las políticas neoliberales de venta del país al extranjero. El mismo.
¿Qué se puede hacer ahora con Botnia? Poco, a lo sumo apostar a un buen sistema de control binacional semanal o algo por el estilo. De paso podría servir para revisar nuestras papeleras, porque Argentina también tiene lo suyo, y sobretodo Misiones con un Alto Paraná cada vez más poderoso.
Por otro lado, está esto de actuar antes, no después. A propósito, debemos saber que la Entidad Binacional Yacyretá tiene planeado empezar a construir la represa de Corpus en 2009, dentro de poco. ¿Podemos hacer algo? No dejar que pisoteen lo que el pueblo ya dijo. No dejar que se siga destruyendo Misiones. Quién sabe, quizás si nos preocupamos antes de tiempo, nos ahorremos muchos lamentos a futuro.
Se han hecho y dicho miles de cosas. ¿Qué más puedo agregar? Ya se dijo que va a ensuciar el aire y el agua con gases y desperdicios tóxicos. Ya se comentó que va a explotar riquezas naturales uruguayas para enriquecer los bolsillos de unos cuantos empresarios europeos que ni si quiera deben saber a dónde queda Uruguay. Ya sabemos que la gran mayoría de los asambleístas de la ciudad entrerriana hicieron todo tipo de manifestaciones y vienen defendiendo sus derechos desde hace tiempo. Ya sabemos que muchos de los ciudadanos de Fray Bentos ven con buenos ojos la llegada de un motor económico para la ciudad. Todo eso ya se dijo.
El problema ya está instalado, y ahora que empezó a funcionar la empresa, definitivamente no se va a ir. Una vez más, como tantas en nuestro país, el gran problema es lo tarde que esto salió a la luz. Porque el contrato, las negociaciones y todo lo que hizo al acuerdo para el arribo de la empresa finlandesa ocurrió mucho antes de fines de 2005, cuando los asambleístas empezaron a poner el tema en la agenda de los medios. Si en aquel momento se hubiesen tomado las cartas en el asunto, quizás otra sería la situación hoy, o tal vez no. El momento ya pasó.
Ninguno de los dos gobiernos estuvo a la altura de las circunstancias. El diálogo nunca llegó a ser fructuoso y tuvo que intervenir un enviado español (¿?) para ayudar a negociar. Tanto Néstor Kircher como Tabaré Vásquez dijeron algunas breves palabras en la Cumbre Iberoamericana que se hizo en Chile y demostraron que están lejos de ponerse de acuerdo, muy lejos. Y es que, a decir verdad, ya estamos en el horno.
El gobierno uruguayo entendió que la jugosa inversión de Botnia y Ence (la otra papelera, española ella, que va a construirse en Colonia) era lo más conveniente para la economía de su país. Lectura neoliberal, seguro, y ojo que acá también tuvimos y tenemos de eso. Sino, basta con fijarse en la llegada de la empresa de apuestas austríaca BWin, que encima tiene apoyo de nuestro IPLyC: www.bwin.com.ar. Y atención que este grupo llegó a la argentina durante el gobierno de Kirchner, ese que tanto criticó las políticas neoliberales de venta del país al extranjero. El mismo.
¿Qué se puede hacer ahora con Botnia? Poco, a lo sumo apostar a un buen sistema de control binacional semanal o algo por el estilo. De paso podría servir para revisar nuestras papeleras, porque Argentina también tiene lo suyo, y sobretodo Misiones con un Alto Paraná cada vez más poderoso.
Por otro lado, está esto de actuar antes, no después. A propósito, debemos saber que la Entidad Binacional Yacyretá tiene planeado empezar a construir la represa de Corpus en 2009, dentro de poco. ¿Podemos hacer algo? No dejar que pisoteen lo que el pueblo ya dijo. No dejar que se siga destruyendo Misiones. Quién sabe, quizás si nos preocupamos antes de tiempo, nos ahorremos muchos lamentos a futuro.
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