martes, 9 de diciembre de 2008

Les Luthiers: una alegría efímera

Cuando empezó el rumor de que vendría Les Luthiers al Centro del Conocimiento fue toda una suerte de revolución: mis viejos se querían venir a toda costa desde Wanda y con mis amigos planeamos decenas de formas de llegar, acampar, comer, lo que sea, con tal de tener un buen lugar para ver a esos tremendos y geniales humoristas.

Cuando fue confirmado, cuando todos supimos que el lunes 8 de diciembre pisarían Posadas, sólo quedó espacio para la ansiedad creciente, el repaso de cada uno de los sketches y la organización para llegar. Entre “
This is the pencil of Ester Psíscole”, los “pastelitos dulces” del explicao, las aventuras de Johan Sebastian Mastropiero y el resto de la gama de personajes y situaciones de Les Luthiers, todos fuimos preparándonos para el gran día.

Y el gran día llegó. Hizo mucho, mucho, mucho
calor. Cuando arribamos al Centro del Conocimiento, alrededor de las 18 junto con varios amigos/as, ya había casi doscientas personas sentadas con sus sombrillas, sus termolares y sus galletitas. Muchos habían venido desde otras ciudades y se habían instalado desde temprano, aguantando el intolerante sol, sólo para ver a una de las grandes apuestas artísticas del año por parte del gobierno misionero.

Una conferencia de prensa al mediodía. Carteles por toda la ciudad. Cierre del predio para que nadie entrara y únicamente esperara acalorado en el césped el comienzo del show. Así fue el armado de la llegada de Les Luthiers. Ya todos lo decían: “
Aprovechemos, quizás sea la única vez que vengan. ¡Encima gratis! Seguro habrá costado un montonazo de plata”. Efectivamente, costó mucha plata. Mucha.

Lo que ocurre es que Misiones no tiene malos índices de desnutrición infantil, sueldos, servicios de salud, enfermedades, etc. No, no. Por eso se pudo gastar tanto dinero en traer a Les Luthiers...


En fin. Supongamos que se está invirtiendo en todo aquello y entonces sí hay un changüí para que puedan traer a Les Luthiers. Bárbaro. Ahora, ¿no habrá sido demasiado ruido para tan pocas nueces? Es decir, el show
apenas duró poco más de una hora. Arrancó pasadas las 21.30hs. y terminó cerca de las 23 hs. Cuando apenas habíamos comenzado a disfrutar a pleno, todo se acabó.

Obvio, casi ni es necesario explicitarlo, que los pocos números que hicieron los Les Luthiers fueron espectaculares, brillantes y delirantes. En ese sentido, valió la pena bancarse al sol y el estar en cuclillas entre la gente que sí había llevado reposeras y no dudaba en gritarle aireadamente a aquel que estaba parado para que se sentara.

Pero ya que se hizo el esfuerzo humano y económico. Ya que se utilizó dinero del Estado provincial, que tanto se necesita en otras áreas sociales, por lo menos hubiera sido satisfactorio ver todo un espectáculo de Les Luthiers y no sólo un breve popurrí.

Fue una pena que durara tan poco. Semejantes humoristas-músicos, semejante trayectoria, semejante convocatoria, semejante expectativa, semejante calor. Todo era muy grande, como para que se acabe tan rápido.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Hablamos de nuestra sexualidad

¡Muchachada!

El pasado jueves 27 de noviembre terminó en LT 17 Radio Provincia el programa "Hablemos de Nuestra Sexualidad" que condujimos junto con Paula Parodi, amiga de la carrera de Comunicación Social.

Fue una experiencia muy interesante, les digo. Porque nunca antes había laburado esta temática y menos en radio, además como toda persona, estoy lleno de miedos, tabúes, dudas, etc. y la verdad que fue todo un desafío hablar de sexualidad.

Pero entendí que es algo importante ya que nos incluye a todos desde que nacemos hasta que morimos. Porque, que quede claro, la sexualidad abarca mucho más que el acto coital, tal como parecieran querer mostrarnos desde los medios masivos de comunicación.

La sexualidad hace al conocimiento de nuestro cuerpo, al respeto por las diferencias, a vivir una vida (ahora sí) sexual plena y feliz, etc.

Quiero agradecer a la gente de Radio Provincia que siempre nos tiró toda la buena onda. Es más, jamás vinieron a decirnos que algo de lo que estábamos diciendo estaba mal, tuvimos total libertad. Lo único que nos complicó un poco fue que, en cuanto acto por la provincia hablaba el gobernador Maurice Closs, ahí teníamos que ceder nuestro espacio. Pero bueno, son las reglas de la emisora oficial.

Les dejo fotos de algunos de los momentos del programa. Y, de regalito, un audio con algunas partes de la charla que tuvimos con el representante del INADI en Misiones Mariano Antón, contándonos varias cuestiones referidas al proyecto de Ley de Unión Estables de Parejas y la discriminación sexual en nuestra provincia.










































sábado, 1 de noviembre de 2008

Pornografía Infantil: Nunca Más


SUMATE A ESTA CAMPAÑA POR EL CIBERESPACIO. LA PORNOGRAFÍA INFANTIL ATENTA CONTRA LA NIÑEZ, ES UN MAL INCREÍBLE E INTOLERABLE. ¡BASTA!

viernes, 17 de octubre de 2008

¡Y que viva el chamamé!

No pareciera Misiones. En una provincia donde por lo general el circuito artístico es pobre, con poco apoyo estatal, el Centro del Conocimiento es casi un oasis que, esperemos, nunca acabe.

Así como hace unas semanas les comenté de la obra de teatro "La Tentación", el pasado 12 de octubre, tuvimos la oportunidad de disfrutar del el gran acordeonista Raúl Barboza, quien actuó en el Patio Seco frente al Centro del Conocimiento.

Barboza, una persona sencilla, cálida y muy simpática, enarboló su música acompañado por Horacio Castillo en guitarra, Nardo González en bajo y Cacho Bernal en la percusión. Fue un show muy bueno, con un público que, como no podía ser de otra manera en la zona, enloqueció con el chamamé.

Les dejo no sólo fotos (incluso una de cholulo en la que también aparece mi amiguita Andy de Pequeños Duendes) sino también dos videítos que fueron filmados íntegramente por quien les escribe (con una camarita digital adquirida hace poco con mucho esfuerzo y deuda a los papis incluida...jeje). ¡Abrazo!




















martes, 23 de septiembre de 2008

De Dorrego a Evo

Lo que es el arte, ¿no? Hace dos semanas tuve la oportunidad de ver en el Centro del Conocimiento posadeño una obra de teatro magistral llamada La Tentación con la actuación de Juan Palomino y Raul Rizzo, sobre un texto del historiador argentino Mario “Pacho" O’Donnel. La historia se sitúa en 1827 o 1828 y se trata de la recreación de un encuentro entre el gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego y un enviado inglés que intenta, por todos los medios (entiéndase, incluso mediante el soborno), convencerlo de firmar un pacto de paz con Brasil y dejar de lado su ambición de reintegrar la Banda Oriental al Río de La Plata. A lo largo de la función, un utópico Dorrego federalista deja entrever sus ideales latinoamericanistas (que lo unieron a personalidades como Mariano Moreno, José de San Martín, etc.) y una confianza ciega en Juan Lavalle, de quien no se permitía dudar ni por un momento a pesar de las advertencias de su interlocutor británico. La historia demostró que estaba equivocado: el 13 de diciembre de 1828 un pelotón al mando de Lavalle (unitario y golpista) acabó con su vida.


La obra, desde ya altamente recomendable, generó muchos disparadores para la reflexión no sólo histórica, sino también contemporánea. Dorrego respondía a una línea política que procuraba atender sobretodo a las clases populares más desprotegidas, como gobernador de Buenos Aires fijó precios máximos sobre el pan y la carne para bajar la presión del costo de la vida; suspendió el odiado régimen del reclutamiento forzoso y prohibió el monopolio de los renglones de primera necesidad.”


Pero no sólo eso. Unos años antes, en 1826, había representado a Santiago del Estero en el debate acerca de la Ley Electoral y no había ahorrado palabras para atacar a la oligarquía criolla: “...Y si se excluye a los jornaleros, domésticos asalariados y empleados también ¿entonces quién queda? Queda cifrada en un corto número de comerciantes y capitalistas la suerte del país. He aquí la aristocracia del dinero, entonces si que sería fácil poder influir en las elecciones, porque no es fácil influir en la generalidad de la masa, pero sí en una corta porción de capitalistas; y en ese caso, hablemos claro, el que formaría la elección sería el Banco, porque apenas hay comerciantes que no tengan giro en el Banco, y entonces el Banco sería el que ganaría las elecciones, porque él tiene relación con todas las provincias. Señor, en el sistema representativo la mayor extensión que se pueda es la que hay que adoptarse, bastantes excepciones tiene la ley ¿para qué más?"

Dorrego fue un hombre que se preocupó por los sectores desprotegidos, esos que Rivadavia, Lavalle y tantos otros prefirieron olvidar. Y fiel a la historia argentina, duró muy poco en el poder. La oligarquía nacional siempre actuó rápido.


Lo cierto, y aquí aparece la conexión con el presente, es que Dorrego respondía a una línea de pensamiento encabezada por Simón Bolívar, uno de los mayores libertadores americanos al igual que nuestro San Martín. Y esta matriz bolivariana pareciera extenderse en estos días a dos gobiernos que procuran alzarla como bandera. Una es la presidencia con sesgos totalitarios de Hugo Chávez en Venezuela, el otro es el mandato de Evo Morales en Bolivia.


DURO CONFLICTO EN BOLIVIA

Morales, aymara campesino, encabezó las elecciones presidenciales en 2005 por el Movimiento Al Socialismo (MAS) y fue elegido con el 53,7% de los votos. Pero además, un referéndum realizado el pasado 10 de agosto confirmó el apoyo de la gran mayoría del país andino, ya que sacó casi el 60%. Sin embargo, en los últimos meses su país se ha visto envuelto en una gran crisis interna por la dura oposición que le están planteando al gobierno nacional los departamentos más ricos económicamente.


¿Cuál es la raíz del problema? ¿Qué está en juego? Por un lado, aparece fuertemente marcado el deseo de autonomía de algunas de estas regiones, como por ejemplo Santa Cruz. Con respecto a ella, el 5 de mayo pasado hubo un referéndum local para ver si sus habitantes estaban de acuerdo o no con la autonomía. El resultado fue categórico: el 85% votó por el Sí. Sin embargo, el gobierno de Morales no la reconoció e incluso la catalogó de inconstitucional.


En el portal oficial santacruceño, se puede acceder a un discurso del gobernador Rubén Costas Aguilera tras su triunfo el 10 de agosto (cuando el referéndum que mantuvo a Morales en la presidencia). Con palabras claras y duras, Costas Aguilera comenta algunos de los puntos del proyecto autonomista: “La Asamblea Legislativa Departamental se ha dotado de normas para la toma de decisiones en forma ordenada. El Salario Digno Autonómico, a ley del Diálogo Departamental, la ley de Transparencia y Acceso a la Información, la creación del Consejo Económico y Social, son normas y acciones palpables que han cimentado y marcado el contenido de la autonomía, una autonomía con amplia participación ciudadana, con responsabilidad, equidad y consenso. Más allá de la coyuntura a la que nos han llevado las maniobras políticas del oportunismo centralizador, la Asamblea Legislativa Departamental (…) ha aprobado la Ley Electoral para la elección por voto popular de Asambleístas, Subgobernadores y Corregidores.(…) Esto es autonomía. Esto es democracia participativa real. Esto es llevar el poder de decisión a la gente, a sus comunidades, a sus pueblos.


Pero, por cierto, estas reivindicaciones se mezclan con elementos económicos que parecerían estar guiando estos procesos de protestas y enfrentamientos. Siguiendo con la lectura, llegamos a esta parte del texto: “...porque la recuperación del IDH confiscado por el neopopulismo masista NO ES NEGOCIABLE. Hemos demostrado que la atención de nuestros abuelos es posible con otros recursos económicos. Con recursos que no quiten el desayuno y almuerzo a nuestros niños, que no confisquen la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo”. Y alcanzamos unos de los puntos más candentes.


OTRA VEZ LA REDISTRIBUCIÓN DE RIQUEZAS

A fines del año pasado, el gobierno creó la Renta Vitalicia Universal Dignidad que beneficia a los ancianos bolivianos y se financia con el 30% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Y justamente, esta es la gran discusión. El IDH es distribuido entre las prefecturas, los municipios, las universidades y el Tesoro General de la Nación. En consecuencia, la medida disminuye el monto recibido por cada uno de estos actores. Y estas prefecturas (algo así como las provincias) se niegan a perder plata.


¿Pero el gobierno socialista redujo el dinero y nada más? No, negoció con cada uno de los sectores. Como nos lo indica el informe del Observatorio Social de América Latina (OSAL) del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), “...el gobierno inicia una serie de negociaciones con las instancias afectadas de manera separada, llegando a un acuerdo con los municipios, argumentando que con la medida, los recursos para los 327 municipios del país se incrementaría en 4.800 millones de bolivianos (...). Por su parte, las Universidades logran negociar un acuerdo para quedar al margen del recorte presupuestario. Así, lo único que se mantiene es el conflicto con los prefectos de la denominada "media luna" (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), quienes rechazan esta medida y convocan a la desobediencia civil, arguyendo que la misma sería confiscatoria y centralista. Para las mencionadas autoridades prefecturales, la redistribución del IDH afectaría a proyectos de desarrollo de las regiones, mientras que para el Gobierno, esto no ocurriría pues esos recursos irán directamente a los municipios, eliminando la intermediación de las prefecturas.


Entonces, lo que molestaría a los prefectos de estas zonas tan importantes para la economía boliviana (donde están la mayor parte de las minas y la producción de los hidrocarburos) es que se los saltee en la distribución de ganancias. Tal como ocurrió hace unos meses en Argentina, nuevamente la redistribución de riquezas genera conflictos muy crudos. Con un contexto diferente, claro está, puesto que la coyuntura argentina no indica, por empezar, un gobierno socialista como sí lo es el de Morales.


Lo lamentable, desde ya, es que el grado de violencia tuvo como saldo 30 muertes hasta el momento. Ojala que no haya más. Ojalá que el diálogo prime, aunque por ahora las negociaciones están muy ásperas.


Matriz bolivariana. De Dorrego a Evo. Gobernadores que procuran políticas de bienestar general y opositores recios y agresivos. Una historia latinoamericana que pareciera reiterarse una y otra vez. Como un triste y sombrío círculo sin fin.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Julio López. 2 años.

18 de septiembre de 2006: Madrugada fría en La Plata. El anciano Julio López salió de su casa para dar unas vueltas por el barrio. Unas horas más tarde, deberá presenciar la sentencia del juicio a uno de sus otrora torturadores, Miguel Etchecolatz. Pero abruptamente, alguien o algo evita que llegue a su destino. Julio López, otra vez, ha desaparecido.

Desde aquel día, ya pasaron dos años. A lo largo de este tiempo, los medios de comunicación parecieron haberse olvidado de esta situación y su atención se fue centrando en:

-Las elecciones constituyentes en Misiones.
-El crimen de Río Cuarto.
-El asesinato de Fuentealba.
-El escándalo de las valijas.
-El caso Skanska.
-Las elecciones nacionales.
-El recrudecimiento del conflicto entre las FARC y el gobierno de Colombia.
-El conflicto del campo.
-Los Juegos Olímpicos.
-La crisis interna en Bolivia.

Y durante todo este tiempo la investigación para saber dónde está Julio López se empantanó, hubo idas y vueltas y la única hipótesis seria que se tiene, es la peor: León Arslanian, ex Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, dijo hace dos semanas que “Dado el tiempo transcurrido, la investigación extensa y la búsqueda sin resultados, no creo que se pueda pensar en otra cosa que en su muerte”.

18 de septiembre de 2008: Madrugada fría en La Plata. Una madrugada que recuerda a la de dos años atrás, casi se diría que es igual. Salvo por un detalle: Julio López ya no está.




viernes, 5 de septiembre de 2008

Iluminismo Capitalista (Parte 2 de 2)

Repasemos nuevamente la idea del eslogan de Megatone del que hablamos hace algunos días: independizate comprando una Notebook. ¿No es un tanto ambicioso? ¿no es exagerado relacionar la libertad con el consumo tecnológico? Alguno dirá: “¡ok!, pero ellos están queriendo vender nomás, es sólo un recurso de marketing”. Y es totalmente cierto, como también lo es que su discurso genera sentido, crea una idea colectiva (estamos hablando de ocho millones hogares) de que uno de los caminos hacia la independencia es la compra de un artefacto que puede llevarse a cualquier lado. Y eso, visto desde una óptica marxista, es fetichista.

El Fetichismo consiste básicamente en atribuirle vida propia, casi mágica, a los objetos, como si no fueran hechos y usados por los sujetos. Néstor Kohan, intelectual de la izquierda argentina, sostiene que es un “proceso social e histórico según el cual se acepta que hay algo “afuera” (de la historia) que no tiene ningún vínculo con el “adentro” (de la historia), que hay un objeto radicalmente externo (categorías y leyes económicas) que no tiene ningún vínculo con los sujetos sociales y sus relaciones recíprocas (que son relaciones de lucha, de poder y de enfrentamiento, es decir, relaciones atravesadas según la teoría marxista de la historia por la lucha de clases).”[1] Por eso, la Notebook aparece como un objeto que surge de la nada y trae independencia. ¿Pero qué ocurre con los usos? ¿cuál es la relación entre usuario-máquina? ¿para qué el hombre construyó una computadora que se puede sacar de la casa?


Tratemos de averiguar ahora qué sería tan importante y urgente como para que una persona tenga que llevar la computadora consigo. Es decir, si voy a ir a tomar un tereré con un amigo, si voy a recorrer la costa oriental de Misiones, si voy a caminar a la plaza con mis hijos, ¿para qué quiero la Notebook? Podríamos pensar, entonces, que la respuesta es: el trabajo. Si voy a visitar a alguien a su casa, no voy a llevar mi computadora portátil para navegar por Internet o chatear con otros, no, sino me hubiese quedado en mi hogar nomás. Si en mi computadora tengo un jueguito muy entretenido, quizás me fanatice por un tiempo, pero no por eso voy a andar por toda la ciudad con la Notebook para tratar de pasar de nivel o ganar un campeonato. Lo único que aparece como una opción “razonable” es la necesidad de transportar la herramienta de trabajo. Y en ese sentido, efectivamente sí es muy ventajoso en algunos momentos.


Por lo que señalábamos antes, si por ejemplo surge un viaje impostergable, se pue
de continuar con un informe o una investigación llevando la Notebook. Pero al mismo tiempo, está el riesgo de volverse dependiente (¡oh! paradoja del destino…) del trabajo. Supongamos: tengo dos semanas para entregar un ensayo breve, que podría tranquilamente empezar a hacerlo dentro de unos días, sin embargo tengo una Notebook y aprovecho, voy a visitar a mis padres y la llevo para, entre mate y mate escribir algo, en vez de disfrutar ese momento.


Tal vez sea un poco exagerado el ejemplo, pero no tanto. Porque, en definitiva, contar con la posibilidad de trabajar donde sea abre las fronteras del ámbito laboral, disgregándolo por el resto de los espacios cotidianos. No es lo mismo ir a una fábrica, estar allí ocho horas y luego volver a casa y olvidarse; que ir a la empresa, estar ocho horas, pero encima volver a casa, bañarse y ponerse a escribir un informe o, lo que es peor, salir con la Notebook a cuestas para hacer eso.


Que se entienda bien. Este texto no intenta ser una crítica es desmedro de las Notebooks, porque las reconocemos como una herramienta laboral y de estudio muy práctica e interesante. Pero por eso lo recalcamos: para el trabajo y el estudio. La independencia en realidad va mucho más allá del los artefactos e incluso, no faltan aquellos que, hartos de depender tanto de los celulares o las Notebooks, los dejan en sus casas para “liberarme un poco”.


Iluminismo para unos pocos


A todo esto, ¿Es tan fácil conseguir una Notebook? ¿Por qué, entonces, nos dan otro aparato de regalo? Repasemos los precios. En el catálogo que estamos analizando, las Notebooks aparecen justo en la mitad e impresas en una hoja con otra textura, más agradable a los dedos. La más barata cuesta $1.699 al contado o 18 cuotas de $124.90, mientras que la más cara supera los cinco mil pesos al contado. Estamos hablando de números no accesibles para cualquiera, por lo menos las personas de clase baja y media-baja quedan prácticamente imposibilitadas de
acceder a ellas. Es que en Argentina según el Instituto Nacional De Estadística y Censo (INDEC) en julio de este año la Canasta Básica Total, bajo la cual un individuo comienza a ser considerado pobre, alcanzó los $859.99, es decir casi el 50% de la Notebook más barata al contado (y pensemos que el INDEC en los últimos meses ha estado dando datos dudosos, que por lo general favorecen al gobierno). Por lo tanto, una familia de clase media debería dedicar exclusivamente dos meses de sus ingresos para conseguir una, o bien destinar el 14% (los $124 de cuota) durante un año y medio. Ciertamente son cifras que preocupan y que además, y si lo relacionamos con el slogan iluminista, nos lleva a una reflexión: al fin y al cabo, la independencia es para unos pocos.


Y esta es una contradicción que ha estado desde siempre en las tecnologías de la comunicación, por lo menos a partir de lo que nos permite ver Raymond Williams en su “Historia de la Comunicación”. Allí hace un trabajo descriptivo de las distintas fases históricas de los medios y cómo, a la vez que se desarrollaban nuevas formas de interacción, éstas estaban restringidas. En algunos momentos, la limitación estaba sujeta a las instituciones y así, por ejemplo, la escritura durante mucho tiempo fue utilizada únicamente en la esfera religiosa. En otros, en cambio, entraron a jugar las coerciones del capital. Por caso, esto ocurrió con la prensa, como nos lo cuenta: “En la segunda mitad del siglo XIX, la propiedad y el control de la prensa pasó, en la mayor parte de los casos, de negocios pequeños y a menudo familiares a un nivel corporativo más concentrado, en el que series de periódicos y revistas eran propiedad de unos pocos individuos.” [2] Y completa con una frase contundente y por de más elocuente, que tiene directa relación con lo que venimos contando: “Esta contradicción entre los potenciales democráticos de la tecnología y las condicio
nes económicas y sociales específicas que determinan su aplicación ha sido muy importante a lo largo del siglo XX.”[3]


Ahora, volviendo a nuestro ejemplo, si a los precios de las Notebooks agregamos los de los otros artefactos, los regalados,
se ampliará esta situación. Supongamos que, sin esta oferta, una persona no sólo compra una computadora portátil sino que además adquiere los otros cinco productos por separados, entonces gastará aproximadamente: en un celular $219, en una web cam $99, en un bolso $99, en un Mouse inalámbrico $70 y en un reproductor Mp3 $199, es decir, $686; por lo que en total habrá gastado alrededor de $2.385. Es mucha plata, y no cualquiera puede darse ese lujo. Así entonces, la independencia, la libertad, la autonomía, están al alcance de pocos. Y por lo tanto, el Iluminismo Capitalista se resquebraja dejando al descubierto un engaño, una utopía, una independencia que nunca fue tal. ¿Algún día lo será?


[1] KOHAN, Néstor; Historia y Método, una Introducción. Página 235.

[2] WILLIAMS, Raymond; Historia de la Comunicación Vol 2. “De la imprenta a nuestros días”, Comunicación Bosch. Página 195.

[3] Op. Cit.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Lo que dejó Beijing

Ya hemos vuelto a los horarios normales. Ya no hay que quedarse hasta tarde en la madrugada esperando por algún/a compatriota que represente a nuestro país en gimnasia artística, martillo o natación. Los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 se fueron, y junto con ellos nuestras ilusiones de hacer una actuación que supere la mediocridad. Pero no pudo ser.

Si observamos el desempeño argentino en relación con los anteriores juegos, Atenas 2004, vamos a encontrarnos con la tranquilizante (o no) realidad de haber conseguido seis medallas otra vez: oro en fútbol y ciclismo en la especialidad Madison, bronce en el hockey sobre césped femenino, yachting, judo y básquet. Si además, recordamos que en 2004 habíamos obtenido una medalla dorada después de 52 años, el hecho de volver a repetir una doble presea de oro es un buen dato.


Sin embargo, eso sería ver los números crudos, un simple análisis cuantitativo que merece más bien una lectura más enfocada. Por empezar, uno de los oros los obtuvo la selección sub 23 de fútbol que, en relación con el resto de los equipos, bien podría haber sido sub 20 y ganar de todas formas. Jugadores de la talla de Angel Di María, Javier Mascherano, Lionel Messi o Nicolás Pareja dejaron en claro que el juego olímpico es un nivel futbolístico aprobado hace ya mucho tiempo atrás. El equipo fue de menor a mayor, de aburrir al público en la primera fase con toques intrascendentes a ganarle sin atenuantes a un flaco Brasil en las semis. Fue sin dudas un título merecido y con una yapa para nuestra tierra colorada: el arquero Sergio Romero nació en Bernardo de Irigoyen.

La otra presea de oro fue para la dupla ciclista Walter Pérez-Juan Curuchet, quienes en la prueba Madison se impusieron tras un arranque demoledor. Fue sin lugar a dudas una grata sorpresa ya que se trata de un deporte practicado en forma totalmente amateur, con poca exposición mediática y que la gente ve al pasar únicamente cada cuatro años. Y además, guarda un valor enorme por la trayectoria inmensa de Curuchet, quien cerró su carrera tras ¡6 juegos olímpicos! Una cifra que resalta aún más su esfuerzo y perseverancia y les demuestra a los jóvenes deportistas de hoy que es posible un mañana con logros. Pero claro, el precio a pagar es muy alto, porque en una Argentina donde el Estado flaquea en políticas deportivas, todo se vuelve más difícil.


El bronce también es de destacar. El básquet tuvo una muy buena act
uación, quedó eliminado en semis contra un equipazo estadounidense y en la lucha por el tercer puesto superó sin atenuantes a Lituania. En Yachting Santiago Lange y Carlos Espínola mantuvieron de gran manera la medalla conseguida en Atenas, mientras que la judoca Paula Pareto nos dio otra grata sorpresa el primer día de competencias y quedó tercera en la categoría hasta 48 kilos.

La otra medalla de bronce fue para “Las Leonas”, que también repitieron el resultado de 2004. En su caso, si bien quizás se esperaba que estuvieran en la final y encima en semis cayeron por goleada contra Holanda, se trata de un triunfo más para un ciclo histórico de este deporte en Argentina. Desde el nacimiento de las “garras” en 2000 con la por ese entonces sorpresiva medalla plateada en Sydney, pasaron dos Champions Trophy, dos medallas más en los Juegos Olímpicos y un Mundial. Todo esto sumado a un nivel espectacular que las posicionó entre los mejores equipos del mundo, con jugadoras de la talla de Magdalena Aicega, Soledad García, Mercedes Margalot y una de las deportistas argentinas más brillantes de los últimos veinte años: Luciana Aymar.

Actuaciones con sabor a poco

Pero más allá de las medallas, hubo algunas desazones. Tal el caso de la nadadora Georgina Bardach a quien, luego de su bronce en Atenas, se le pusieron muchísimas expectativas y cuyo desempeño en Beijing fue malo. También ocurrió algo similar con Germán Chiaraviglio que en salto con garrocha no pudo demostrar el buen desempeño que venía teniendo en las competencias internacionales de esa disciplina. Alejandra García, dentro del mismo deporte que Chiaraviglio, se retiró sin haber podido alcanzar la final como en Atenas, pero con ese mismo sabor de Curuchet de haber dado todo en su carrera. Otro retiro que nos deja sin un gran representante es el del nadador José Meolans. Estandarte, símbolo del deporte argentino en los últimos años, no pudo en Beijing alcanzar mayores resultados, y no por culpa suya sino porque la preparación a la que ha accedido no alcanza para hacerle frente a monstruos como Michael Phelps.

En el resto de los deportes, la realidad es la misma de hace años y años. Tanto en los Juegos Olímpicos como en su etapa previa, los Juegos Panamericanos, los atletas nuestros aprovechan su aparición en la tele, la radio y los diarios para dejar en claro que todo lo que hacen es a pulmón, con mucho esfuerzo y apoyados por sus familias, porque desde el Estado no hay políticas comprometidas para con el deporte. Y no se trata sólo de mayor partida presupuestaria, sino del acompañamiento en la preparación, la representatividad internacional, etc. Y sobretodo, de tratar de no reproducir una cultura exitista que, una y otra vez, insiste en mostrarnos que los que sirven son los que logran medallas y los demás no. Lamentablemente, el exitismo persiste, sino no se explicaría cómo recién después de ganar un bronce la pequeña Pareto pudo conocer a la presidenta Cristina Fernández….

Además, y fiel al estilo kirchnerista, el Secretario de Deporte de la Nación Claudio Morresi considera positiva la actuación argentina en Beijing con una frase elocuente: “Fue una actuación digna, la mejor de los últimos 60 años”. ¿No es exageradamente optimista? Además, Morresi señala algo que va en contraposición con el discurso supuestamente progresista de izquierda que dice tener el gobierno: “Una de nuestras asignaturas pendientes es crear un mecanismo para que los otros actores se involucren en el desarrollo del deporte. Uno de los actores principales para el desarrollo es la actividad privada. Desgraciadamente en la Argentina, salvo honrosas excepciones, no se puede contar con ella.” Desde el Estado se le está pidiendo colaboración al sector privado, es decir al sector empresario, aquel que tantas veces se atacó en los actos al revalidar el papel estatal.

Para Morresi, entonces, los Juegos Olímpicos estuvieron muy buenos. Y si hubo problemas, es porque el Comité Olímpico Argentino debe cambiar ya que se “necesitan dirigentes que tengan más emprendimiento, que de alguna manera tengan ingenio o creatividad para buscar aportes, y no solamente quedarse a esperar que el Estado les dé el dinero". Eso, en el fútbol, es tirarle la pelota al compañero para que se las arregle.

La secretaría de Morresi depende del Ministerio de Desarrollo Social. Si uno entra a la página web de esa cartera se encuentra con la ministra Alicia Kirchner (cuñada de la presidenta) y una seria de notas e imágenes referidas a planes de desarrollo laboral, urbano, etc. Pero poco, o casi nada, de deporte. En un país donde el fútbol es un negocio monopólico. Donde la Casa Rosada sólo recibe a los ganadores. Donde se critica duramente a cualquier atleta que no gane, por más que durante cuatro años nadie se preocupe si quiera en saber qué anda haciendo para llegar a los juegos. En un país así, tener 6 medallas, es todo un logro.


viernes, 22 de agosto de 2008

Iluminismo Capitalista (Parte 1 de 2)

La sociedad actual está atravesada por la comunicación, pero la comunicación como flujo de información, como transmisión de datos de un centro económico a otro, como una herramienta más para el mercado. Un mercado que, a su vez, ha ido cambiando y al que ahora ya no le importa tanto la producción, sino más bien la venta de bienes y servicios. En los últimos tiempos se ha ido modificando el eje de los grandes negocios y hoy en día el marketing ocupa un lugar preponderante, fundamental para alcanzar el éxito (entendido en el más capitalista de los sentidos). Como señala el filósofo Gilles Deleuze: “…en la situación actual, el capitalismo (…) ya no compra materias primas y vende productos terminados: compra productos terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios, y lo que quiere comprar son acciones. Ya no es un capitalismo para la producción, sino para el producto, es decir para la venta y para el mercado. Así, es esencialmente dispersivo, y la fábrica ha cedido su lugar a la empresa.”[1] Y en ese juego de almacenero o kiosquero, en ese proceso de venta a toda costa, entran a jugar sentidos muchos más profundos en la construcción cultural. El Consumo se disfraza discursivamente de “Libertad”, “Independencia”, “Autonomía”, etc. casi como una suerte de Iluminismo Capitalista, pero que lejos está de la Revolución Francesa. Veamos cómo ese Iluminismo viene, incluso, a visitarnos mensualmente.

“Libertad, Igualdad y Fraternidad”

Vamos a analizar un caso elocuente, actual y hasta cotidiano: el catálogo de Megatone, y más precisamente el del mes de julio de este año. Megatone es una empresa de venta de artículos para el hogar que se formó en 1980 en nuestro país conformada originalmente por Bazar Avenida, Electrónica Megatone, Establecimientos Iguazú y Carsa. En los últimos cinco años creció a pasos agigantados, actualmente cuenta con 212 sucursales en todo el país (12 en 10 ciudades misioneras) y su plan de desarrollo y posicionamiento de la marca incluyó, el año pasado, una inversión de 215 millones de pesos y un contrato de publicidad con el club Boca Juniors, una de las instituciones más destacadas a nivel continental en fútbol, pero que además practica básquet, voley, etc. Todos los meses las personas asociadas a Megatone, junto con casas elegidas al azar, reciben en sus casas gratuitamente una pequeña revista que contiene el catálogo de los productos que pueden encontrarse allí, hace 16 años que vienen utilizando esta modalidad y últimamente se imprimen ocho millones de esas revistitas.

En julio de este año el catálogo tuvo 80 páginas a todo color y la novedad fue una promoción que nos permite pensar aquella retórica iluminista que mencionamos. El eslogan decía “Independizate. Con la mejor tecnología a donde quierasy refería a que, comprándose una Notebook, el cliente podía elegir un objeto de regalo entre un teléfono celular, una web cam, un bolso, un mouse inalámbrico y un reproductor de Mp3. El eslogan estaba en la tapa y luego apareció otras diez veces más a lo largo de la edición. Lo interesante es cómo se trabaja la noción de Independencia, que a la vez sugiere Libertad. Si nos guiamos por la frase, uno encontraría la libertad comprando la Notebook, y rompería aún más las cadenas gracias a los objetos que gentilmente nos regalan. Es decir, la tecnología libera. ¿Pero de dónde sale la relación Notebook-Independencia? Es que se trata de una computadora portátil, es decir, que uno puede trasladar a donde sea y usarla tanto en su casa como en el colectivo, la plaza, un bar, una cancha de fútbol, etc., etc. La liberación pasaría por el hecho de que uno ya no tendría que estar necesariamente atrapado en su hogar o, en su defecto, un ciber, para hacer un trabajo en la PC, buscar información en Internet, revisar el correo electrónico y demás. Por ese motivo, la palabra “Independizate” es acompañada de “la mejor tecnología a donde quieras”, y aquí entra en escena el querer, la voluntad de uno, la libertad en última instancia. Supongamos que necesito entregar un ensayo para la semana próxima pero no puedo estar en mi casa porque, justo, me salió un viaje urgente para ver a un familiar en otra ciudad. ¡No hay problema! Llevo mi Notebook y lo voy escribiendo en el micro.

Pero no sólo la Notebook independiza. La promoción nos ofrece otros cinco objetos que también lo hacen. El teléfono celular nos acompaña a donde sea y nos conecta con el resto de la gente. La web cam permite mostrarnos en vivo y en directo en cualquier lugar y momento a través de Internet (en el chat por ejemplo). El bolso nos deja trasladar muy cómodamente y de forma práctica la Notebook. El mouse inalámbrico facilita el uso de la Notebook por ejemplo. El Mp3, por último, nos da la oportunidad de llevar la música que nos gusta o escuchar nuestra radio preferida en cualquier lugar. Lo cierto es que pareciera un pack independizante, casi como una Toma de la Bastilla del siglo XXI. Pero, ¿es tan liberal?


[1] DELEUZE, Gilles; Posdata a las Sociedades de Control. Página 3.

viernes, 15 de agosto de 2008

Todo bajo control (Parte 2 de 2)

La seguridad

Otro autor que nos permite pensar nuestro mundo hoy es el periodista y escritor español Vicente Verdú. Él trabaja el concepto de transparencia como el que más se utiliza en la retórica de lo que denomina el capitalismo de ficción. Todo deber ser transparente, público, nada ha de estar oculto para que no hayan dudas. Internet, por ejemplo, es un lugar donde se materializa este fenómeno: las personas cuentan sus vivencias en los blogs, muestran sus fotos en los fotologs, suben sus canciones preferidas, debaten sus opiniones en foros, etc. Se hacen visibles ya que “La exhibición otorga valor, una vez que el capitalismo de ficción ha enseñado que nada logra vigencia si no llega a ser imagen.”[1] Todos podemos estar al tanto de lo que hacen todos. Y al mismo tiempo el secreto, lo oculto, es mirado con cierto recelo.

Y siguiendo su reflexión, Verdú nos lleva a ver que en definitiva se ha modificado el sentido de la intimidad. Para ejemplificarlo, analiza la explosión masiva de consumo de películas pornográficas y concluye que si ahora hasta el más íntimo acto sexual es mostrado abiertamente, entonces queda poco por esconder. Pero detrás de eso hay otra situación social más profunda que, paradójicamente, está más oculta. Se trata de un proceso que se inició básicamente a partir del atentado terrorista a Estados Unidos en 2001 cuando, temiendo nuevos desastres, la gente le abrió las puertas a la seguridad. Desde ahí, las personas se muestran conformes de brindarles a los organismos gubernamentales la mayor cantidad de datos posibles, incluso los más insólitos, con tal de sentirse protegidos ante la amenaza exterior. Y además exigen mayor seguridad que, si lo traducimos, puede significar mayor control. Agrega Verdú: “En cuestiones de seguridad todo parece poco mientras en asuntos de libertad el ciudadano se conforma ahora con menos. (…) se ha llevado el miedo hasta la cotidianidad, todo el mundo desea sentirse blindado, sus hijos y sus propiedades a salvo.[2]

Decíamos, mayor seguridad significa mayor control. Entonces, ¿quiénes nos controlan? Verdú hace hincapié en diferentes instituciones que vigilan a las personas, no sólo a través de cámaras de videos (en las tiendas por ejemplo) sino también mediante las telecomunicaciones. Y en ese sentido nos comenta acerca de la Nacional Security Agency (NSA) creada en conjunto por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Se trata de un organismo que registra millones y millones de comunicaciones a diario a lo largo de todo el mundo. Mails, faxes, llamadas telefónicas, etc., etc., todo está bajo la mirada de la NSA por mera seguridad.

Ahora hagamos un pequeño ejercicio de reflexión: en 2003 Estados Unidos invadió Irak aduciendo que allí se guardaban armas de destrucción masiva, por más que inspecciones previas de expertos de la Organización de las Naciones Unidas habían dicho lo contrario. La ocupación sigue hasta el día de hoy, han muerto miles y miles de personas y el año pasado fue asesinado mediante la horca el depuesto dictador Saddam Hussein. Y todo, en nombre de la seguridad. Entonces, ¿hasta dónde nos tranquiliza que la NSA o alguna otra institución pueda controlarnos tanto?, si la invasión se hizo por más que la información fuera falsa, ¿qué nos asegura entonces que brindando nuestros datos reales vayamos a estar menos expuestos a peligros?, ¿dónde quedó la intimidad de un llamado telefónico por ejemplo? Y por último, una pregunta básica: ¿por qué esos cinco países nos vigilan de tal manera? Por lo menos nos hubieran avisado…

Y es que el miedo paraliza. Si tomamos ahora algunos de los análisis realizados por el filósofo Michael Foucault, podemos pensar esos mecanismos de control como un panóptico. Se trata de un sistema donde un guardia (trabaja desde la imagen de la cárcel) está ubicado en lo alto de una torre y vigila a cada uno de los prisioneros debajo, colocados en celdas construidas de manera tal que él puede ver exactamente todo lo que hacen, pero ellos no a él. Así, el preso sabe que está siendo controlado, pero no cuándo, por lo que vive en una constante incertidumbre y procura no hacer nada que conlleve una sanción. Él lo pensó, como señalamos varias líneas arriba, en el marco de la Sociedad de Disciplina, pero no deja de ser una herramienta conceptual muy útil hoy en día. Foucault sostiene: “Es un tipo de implantación de los cuerpos en el espacio, de distribución de los individuos unos en relación con los otros, de organización jerárquica, de disposición de los centros y de los canales de poder, de definición de sus instrumentos y de sus modos de intervención…”[3] Habla de “centros de poder”, Castells los llama “conmutadores”, pero la idea es la misma. Hay núcleos de poder que regulan nuestras actividades diarias, almacenan la información de todo lo que hacemos, nos controlan.

En su libro “1984” George Orwell imaginó una sociedad controlada por un Gran Hermano omnipresente, que estaba atento a los más mínimos gestos, a cualquier actitud que no se correspondiese con lo que él consideraba correcto, que incluso desafiara el mundo que había construido. Ahora bien, ¿hay algo de eso en todo lo que estamos comentando? Pues bien, es muy difícil encontrar en Internet un sitio desde el cual, por ejemplo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) puedan expresar sus ideas antiimperialistas, opuestas a los grandes centros de control. Sin embargo, si buscamos podemos hallar por ejemplo que en http://www.geocities.com/guerrillasenlatinoamerica/cronologiafariana.htm hay una breve cronología de la organización y abajo, en un apartado, el siguiente texto: “NOTA DE LOS EDITORES.- Como sabrán. Luego de los atentados del 2001 en Nueva York. Los EE.UU. consideró a las FARC como un grupo “terrorista”. Como consecuencia de esto, el gobierno yanki, en su desesperado y vano intento por reprimir toda resistencia legítima del pueblo, silenció la voz de las FARC en internet. Ya antes de los atentados a las torres gemelas, a fines de los años noventa, habían intentado censurar a los hermanos colombianos. Mienten los “grandes globalizadores” cuando nos dicen que en internet existe “democracia”. Mienten cuando nos repiten una y otra vez que existe “irrestricta libertad de expresión en la red”. Mienten y seguirán mintiendo descaradamente, porque lo que existe en este mundo es el poder abusivo del capital. Ese poder que hace que existan miles de páginas de pornografía infantil en las narices de los “grandes policías” de la INTERPOL y del FBI. Esas páginas son intocables. ¿Quiénes los protegen?. ¿ No es extraña tanta rapidez para unos casos y para otros no? Lo mismo podemos decir lo que están haciendo en el País Vasco. No hay duda. La cacería ya empezó. ¡ A prepararse para las luchas que se vienen compañeros!. Febrero 2003.”[4] En este caso, parece que al Gran Conmutador se le escapó algo.

La explotación del alma

Así es como denominan en el libro “¿Quién habla?” (editorial Tinta Limón) al trabajo en los call centers. El texto recoge testimonios de personas que pasaron por esos nuevos espacios laborales, lugares hechos a medida de la Sociedad de la Información donde jóvenes de entre 18 y 24 pasan alrededor de seis horas diarias frente a una computadora atendiendo un teléfono y contestándoles las llamadas a personas que tienen problemas con su conexión de Internet, con un producto en especial, etc. Mientras Foucault analizó en su momento los cuerpos dóciles, aquí se va más allá y se habla de las almas explotadas, de las almas dóciles diríamos. ¿De qué se trata todo esto? Foucault señala que los cuerpos se van disciplinando dentro de una actividad y los individuos terminan por ajustarse a las conductas que ella les impone. Los aparatos disciplinarios de los que habla tienen algunos aspectos que podemos aplicar a los call centers.

Por empezar, dice Foucault, debe haber una clausura, un espacio cerrado en donde se lleve a cabo la actividad, en este caso, los edificios donde funcionan las compañías de call center. Luego, hay divisiones en zonas para poder ejercer un mayor control sobre los individuos; en los call centers cada joven tiene su escritorio, su computadora, etc. que por lo general están numerados. A su vez, estas particiones encierran una funcionalidad y una jerarquía: cada elemento constituye una tarea específica, y la importancia de ésta le dará un mayor o menor valor en el conjunto. Así, hay áreas destinadas a atender los reclamos, otras a guiar telefónicamente las instalaciones de softwares, otras a labores administrativas, etc., etc. y es común que a medida que un chico aumenta su productividad en la empresa, vaya ascendiendo de área. Y así se va configurando, disciplinando, a quien trabaja en un call center.

Este proceso no está exento de mecanismos de control, por momentos, tétricos. Para clarificar un poco más, veamos primero algo que nos comenta Foucault: “Se trata de establecer las presencias y las ausencias, de saber dónde y cómo encontrar a los individuos, instaurar las comunicaciones útiles, interrumpir las que no lo son, poder en cada instante vigilar la conducta de cada cual, apreciarla, sancionarla, medir las cualidades o los méritos.”[5] Ahora bien, repasemos qué cuenta Andrea Badantes, una chica que trabajó en un Call Center, en una edición de la revista “Veintitrés” acerca de su experiencia: “Cada vez que iba al baño, tenía que apretar un botón que decía ‘not ready’. Si tardabas más de tres minutos, los supervisores venían preocupados a ver qué pasaba. Porque los supervisores monitorean todo.”[6]Es prácticamente una confirmación de las palabras de Foucault, a la vez que un preocupante paralelismo con la obra de Orwell…

Pero además, y relacionándolo ahora con otros de los puntos ya analizados, muchos call centers trabajan para diferentes empresas ofreciendo sus productos. Se ha vuelto una moda y hoy en día hay muchas empresas que utilizan las llamadas a usuarios “x” para tratar de conseguir clientes. ¿Cómo lo hacen? Algunas compañías trabajan con la guía telefónica, asignándoles páginas al azar a cada teleoperador para que llamen y prueben suerte. Otras, en cambio, recurren a las herramientas antes mencionadas para obtener datos acerca de potenciales compradores, y así telefonearlos a casa. Por eso muchas veces recibimos llamados de jóvenes a los que no conocemos, hablándonos de que cosas que no teníamos idea que existían, y ambos sin saber que estamos inmiscuidos en el mismo sistema. Ellos por la explotación del alma, nosotros por la transparencia.


[1] VERDÚ, Vicente; La Sociedad Transparente

[2] Op. Cit.

[3] FOUCAULT, Michael; “El Panoptismo”, Pág. 209

[4] http://www.geocities.com/guerrillasenlatinoamerica/cronologiafariana.htm

[5] FOUCAULT, Michael; “Los cuerpos dóciles”, Pág. 147

[6] Artículo Llamada Mortal en Revista “Veintitrés”, Número 455 del 22 de marzo de 2007. Página 71.